FITUR; paraiso ó sindróme Diógenes

Cinco días dura la feria más grande de España dedicada al turismo....y esos exactamente han sido los días que he estado allí encerrada, a veces disfrutando y otras no tanto.... Creo que al hablar de Fitur deberiamos hablar de dos ferias diferentes, la de los días específicos para visitas profesionales y aquellas dedicadas al público en general. De los tres primeros días podemos decir que aquello es como un gran viaje, podemos soñar a través de sus stands, tomar una coronita en Mexico, un vino en La Rioja, o plantarnos al lado de un gran oso blanco en Groenlandia. Pequeños micromundos, que a aquellos que nos gusta viajar nos hace soñar con proximas aventuras. Sin embargo, yo este año no he disfrutado de igual modo que a otros anteriores cuando iba de visita. Curiosamente la magia que encontraba en esas visitas , han sido fruto de mi horror esta vez. No se ve igual el toro en la arena que tras la barrera. Sin embargo la situación me ha hecho recordar que no es ninguna coincidencia que mi mayor experiencia profesional sea tras un mostrador de cara al público, pues realmente me gusta y me entretienen...claro como hablo tan poquito...Asi que esto me ha servido para volver a Fitur, para revivir mis experiencias laborales, y para volver a la vida activa tras un año de inactividad laboral.
Pero también quiero hablaros de la otra cara de la moneda, ese fitur de fin de semana, donde los españolitos de a pie se dedican a pasear sus perezosos traseros por la Feria en busca de la ganga, la oportunidad y como no, de hacer efectivos sus entrenamientos de rapiña, tan meditados y aprendidos de un año a otro. Por que sí, señores, FITUR es el paraiso de las aves u animales carroñeros. No quiero generalizar y decir que todo el que vaya tenga el mismo fin. Pero el tanto por ciento es alto, y queda tan feo a la mirada del espectador.
A ver, intentar tener en mente una imagen...la de las señoras esperando ante la puerta del corte ingles el primer dia de rebajas, pues algo semejante es Fitur, la gente entra a ver que pilla gratuitamente. Pero señores¡, se han parado a pensar que lo que se llevan gratis no suele servir para nada....de alli se llevaran miles de bolsas, dignas del mejor sindróme de Diogénes; muchos caramelos, algun boli, y sobre todo papeles...viva el reciclaje...
Entre las estampas que he sacado de dicha experiencia puedo compartir algunas con vosotros, como el niño que vino a mi stand con ojos de corderito a preguntarme si tengo algo para niños....- qué puñetas se imaginará que esto de Fitur, un parque de atracciones?, la casa de Papa noel en la Ponia? no niño no tengo nada( aunque mi mente tuviera mil y una respuesta , a cual peor , preparada para el angelico). Y hay no acaba la cosa, posteriormente un padre con su niña, pidiendome algo pá la niña como si la muchacha estuviera desnutrida...la cara roja de verguenza se les deberia de poner, pero claro, eso si la tuvieran. Pero hay otras muchas situaciones, como los sentados en el suelo con el bocata en papel albal, o el señor colocando una bolsa bajo el quicio de una mesa mientras con el otro brazo empuja una montaña de papeles hacia su interior, que igual pueden ser información de viajes como declaraciones de hacienda, porque lo que el hombre quiere, espero, es empapelar la casa de manera conceptual y moderna. Y la que ayer cubrió mi desesperanza fue, cuando al acercarme a ver unas plantitas, me encuentro como a ultima hora de la tarde las plantas de un stand, ya vacio, habían quedado destrozadas, les habían quitado las macetas, las habían partido en trozos, y allí, se iban los visitantes tan felices, porqué si, este mes habían hecho el agosto, y encima por la cara. ¡Si que es dura la cuesta de enero!y él que no se lo crea que el año que viene se pase por FITUR.