El viernes volví al caixaforum de Madrid para ver las exposiciones que actualmente tienen en cartel. Realmente iba a ver la exposición El Pan de los Ángeles de los Uffizi, pero al final también pude ver la de Alphonse Mucha, para deleite mío.
El Pan de los Ángeles, algunas obras de la Galería de los Uffizi.
Esta exposición solo consigue desmerecer, y sin razón, la magnifica colección que tienen los Uffizi. Se salva alguna obra como la Virgen de Botticelli, la Caída del Maná de Fabricio Boschi (con una lluvia preciosa del maná) y finalmente destacaré La Anunciación de la Virgen de Alesasandro Allori, que destaca entre las múltiples interpretaciones que de esta se dan.
Así mismo al comienzo hallaremos una sala que parece anunciarnos un gran acontecimiento, pues los tres magníficos tapices pretenden anunciar una experiencia sensitiva, que al final resulta ser efímera. En resumen, que nadie crea que esta exposición presenta las mejores obras, ni siquiera las de mediana calidad de los fondos de la galería florentina. Bueno nunca está de más las buenas intenciones, y con seguridad, esta exposición hará que muchos conozcan a algunos artistas totalmente desconocidos para el resto, es un Renacimiento lejano, que con esta exposición se nos acerca un poco.
Alphonse Mucha, Seducción, Modernidad y Utopía.
Y bajando las escaleras, algo decepcionada tras haber visto la anterior exposición, me sentí transportada a un mundo irreal, cargado de fantasía, sensualidad, imaginación, y sueños. Mucha fue el creador de la obra gráfica, el símbolo del Arte Noveuau, consiguió trasladar la belleza y sensibilidad del arte a la publicidad, es decir lo colocó a la vista de todos. La Exposición se divide en varios aspectos a destacar de su obra, en primer lugar esta el espacio dedicado al Teatro, sobre todo a la figura de Sarah Bernhardt, los carteles diseñados para sus diferentes obras teatrales, representados aquí por dos o tres son deliciosos; y consiguen explicar perfectamente lo que supuso esta traslación del arte más allá de los lienzos. Quizás esta idea no es novedosa para nosotros que actualmente estamos familiarizados con la descontextualización del arte, pero en aquellos entonces, esta usurpación del terreno ajeno supuso un verdadero avance social.
La siguiente sala está dedicada al diseño de Escenarios, sobre todo los proyectos de la Exposición Universal del 1900, y los planos y alzadas de la tienda Fouquet. En ambos su arte singular hace que obtenga resultados verdaderamente preciosos para la sensibilidad del hombre. Hay una sección dedicada al mundo eslavo, con fotos de los lugares importantes para el artista, y algunas obras singulares. Pero para mi la parte mas increíble es aquella en que la mujer es el punto de atención, además de dibujos y algunos cuadros menores, las series de cuatro féminas, representativas de las artes, las estaciones, los momentos del día o las piedras preciosas, son obras que cualquiera desearía poder colgar en las paredes de su casa.
También algunas joyas inspiradas en Bizancio, y algo de cerámica completan el espectáculo. Y se acaba la exposición con la difusión de su arte en España con miles de muestras publicitarias, sobre todo barcelonesas, de cómo el arte de Mucha se trasladó a la publicidad del resto de países. Y también podrá el espectador ver una preciosa muestra de los verdaderos modelos publicitarios del artista, como el frasquito de perfume, la botella de Moet Chandon o las galletitas de vainilla. Ah y se me olvidaba, no dejéis de ver la sala de fotografía, pues las hay muy originales, estrambóticas y extravagantes; y se puede ver en ellas la fuente de inspiración de muchas de las obras del artista.
En definitiva, la exposición, al contrario de lo que yo me imaginaba no agota , ni cansa, pues es cierto que la obra de Mucha es preciosa, pero puede llegar a empalagar, en este caso gracias al buen desarrollo expositivo y la imaginación con que se ha resuelto, hace que la experiencia sea del todo satisfactoria.
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