El Languedoc-Roussillon
Llegamos a nuestro Chateaux del siglo XI, aunque casi no lo encontramos, en un pueblecito muy tranquilo a 10 km de Carcassone, yo creo que por las características del edificio era la casa bien del párroco de turno, pues el edificio pertenecía a la Iglesia. Bajo un sol de cuidado el apartamento era una delicia pues gracias a sus pedazos de muros estábamos muy fresquitos. Comimos como pudimos en Carcassone y por la tarde dimos un paseo por los alrededores, hasta acabar en un pueblecito llamado Montelieu, que es como el Ureña español, un pueblo consignado a los libros por completo, un sitio muy bonito, con una pizzería curiosa, plagada de gente amable que chapurreaba el español, y echamos la tarde.
Y así llegamos al lunes donde comenzaron las visitas….
Carcassonne- La Cité.
Me encantó, vale que esta restaurada siguiendo los designios de Le Duc, y que hay gente que la acusa de excesivamente retocada, pero es mágica, sus callejuelas, su ambiente, sus edificios, a mi me trasportaron a otra época, me hizo viajar en el tiempo y sobre todo soñar.
El siguiente día:
Rutas cataras, abadías, y valles pirenaicos…
Es complicado abarcar todo lo que queda al sur de Carcassonne, dirección Andorra, un paisaje mágico, lleno de viñas, ese día hacía calor, carreteras secundarias, y gracias a los vagos franceses da tiempo a poco, pues ellos descansan más que trabajan, lo que te deja poco espacio al turismo.
Primera parada por carreterita secundaria y sin ver una casita….
Abadía de San Hilario:
El Claustro
En ese mismo día y en la misma ruta:
Limoux:
un pueblecito conocido por tener tres meses de carnavales, y ser muy importantes como fiesta, y una denominación de origen de champang blanco conocido como Blanquette, una botella de las cuales una está en mi casa esperando a ser degustada.
El siguiente pueblecito era Saint Polycarpe:
Siguiente parada Alet-les Bains, un lugar de ensueño, con aguas termales, cargado de magia y con un pueblecito medieval fantástico:
Tras esto, otro lugar precioso, con un castillito bien conservado, Arques:
De ahi tomamos café en un lugar precioso, donde además coseguimos , por vez primera, un verdadero café con hielo, y en ese castillo que aparece en la foto tienen una sala habilitada a restaurante, se llama la Rotisserie, y es un restaurante muy importante, de los pocos que hay en Europa donde mantienen tradiciones medievales, y recetas de la época, una gozada....ah, el nombre:
Villerouge-termenés:
Ultima parada del recorrido y día Lagrasse, otra maravilla, pero hacia un calor insoportable...tuvimos que irnos a dormir la siesta y a la piscina a refrescarnos...
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