ESCAPADA DUBLINESA

Ya hemos vuelto de Irlanda, tres días que nos han cundido muchísimo, y que nos han permitido conocer la ciudad. Dublín es, sino maravillosa, sí entrañable. Es una ciudad pequeña, bien colocada, sus casitas limpias, sus calles limpias, sus bares cuidados y bonitos, te permite pasear sin agobios, en fin que es una ciudad cómoda.

Oscar Wilde

El recorrido lo comenzamos el viernes, tras instalarnos el jueves en un hotel estupendo, que estaba bien situado y tranquilo, y con una cama que porqué no nos cabía en la maleta que sino….y haber conocido la casa de Bram Stoker, gentileza del taxista que nos iba explicando cosas. Por la mañana fuimos directamente a la zona de la Nathional Gallery,

National Galllery

donde disfrutamos de un Caravaggio, Velázquez, Juan Gris, Picasso, Van gogh, Goya, y alguna delicia más, en un museo tranquilo, prácticamente vacío, y encima gratuito…al final dimos con la tienda que era preciosa y llena de cositas que se me antojaban todas. De ahí, paseamos hasta St. Stephen Green,

St. Stephen Green

tanto al parque como al Shoping center, pudimos ver la preciosa estatua de Oscar Wilde, en pleno parque. El centro comercial es precioso, totalmente decorado de navidad, y me han encantado las tiendas de Handmarker que había por todas partes, deliciosas. Tras pasear un poco el centro comercial, y las calles de Grafton, y tomar un capuchino gigante, continuamos el paseo hasta San Patricio,

San Patricio

una iglesia preciosa, con un complejo alrededor verde y cuidado. Me gustó muchísimo. De allí a la Christ Church,

Christ Church

la catedral por excelencia, que la tenían con un montón de aparatos para música, parecía que iban a dar un concierto. Me gustó, pero menos que San Patricio. Y luego tocó el Castillo, que me gustó la parte antigua, pero no la más moderna, y de ahí paseito hasta Henry Street, O’Conell (compritas en la tienda sony) y directos a Temple Bar a comer.

Temple Bar, un paraíso.

Temple Bar

Otro Pub precioso

Palace Pub

Esta zona merece punto y aparte, todos los bares preciosos, de madera, cuidados, navideños, acogedores, calentitos, divertidos, en resumen una zona preciosa y amena donde tomar un café, comer, cenar, o simplemente degustar pintas y pintas de cerveza. Un 10 para esta zona dublinesa.

Y el sábado terminó allí el día, tarde de paseo por el barrio, alguna comprita, y a descansar.

El domingo amaneció esplendido, sin lluvias y despejado. Nos dejó pasear tranquilamente, ver el complejo de Trinity College, y su magnifico Libro de Kells, pero sobre todo su tremenda biblioteca, una de las cosas más espectaculares que he visto en mi vida.

Trinity College

Uno de esos sitios donde podrías quedarte horas revisando libros, de película. Y el resto del día fueron compritas, paseos, callejuelas lindas, cervezas y cena incluida. Todos los bares a rebosar, llenos de gente viendo el fútbol, y ya bastante animados, aunque solo fueran las 6 de la tarde. Todos cantaban el Asturias patria querida, versión irlandesa, en fin el panorama era bastante entretenido. Y hago una mención especial al Vat una cervecería preciosa, con una música genial. Y por cierto los smokhing area son curiosas, han aprovechado los patios interiores, han puesto estufas, un toldito, y se está allí la mar de a gusto.

Todo salió a pedir de boca, nos hicimos fotos con Molly Mallon, con Joyce,con Wilde, y vimos la tumba de Jonathan Swift, hemos comprado reyes, hemos cogido calcetines en M & S, hemos comprado chocolates, pastas, crema de whisky, y sobre todo, nos hemos relajado, la gente es amable, todo se puede hacer a píe, los museos son gratis, y la verdad, en resumen, nos ha gustado mucho el viaje. Una buena elección.

Fotillos varias:

El Banco del Ulster

El Dublin moderno a orillas del Liffey

Tiendecita navideña

Arte y Barco

Molly Mallone

James Joyce

Queen of Tarts

La Tumba de Jonathan Swift