Irme de viaje y no hacer una entrada en mi blog es casi como no
haberme ido.
Aunque mi vida ha
cambiado y ahora no saco tiempo para nada, hay cosas que no deben cambiar.
El día 1 de
noviembre viaje a Berlín, ciudad a la que tenía muchas ganas pero que nunca
había encontrado el momento. Este año me lo regalé por mi cumpleaños, yo opiné
que me lo merecía.
RIO SPREE
RIO SPREE
Jueves 1: llegamos como los ricos en vuelo de
Iberia, ya casi había olvidado que era eso, pues yo estoy abonada al low cost y con mucho orgullo. Pero por horarios
esta vez compensaba gastar un poco más. Una vez allí y dado que íbamos 6 días
cogimos un abono transporte para todo y para todas las zonas que duraba 7 días
y costaba unos 35€. Cogimos el TXL pues habíamos volado a Thegel, y entre
lluvias llegamos a la Alexander Platz. Allí el metro en la línea U5 llegamos a
Franfurter Tor, donde estaba nuestro hotel. Si os decía que gasté en vuelo, me
lo ahorré en hotel, un baratísimo All in Hostell Berlín nos acogió por 148€ las cinco noches
con desayuno. Y no solo nos acogió, dormimos como ángeles, a 10h horas al día
calentitos y en silencio. Eso sí una habitación sencilla pero cómoda y un
desayuno muy normalito pero buffet por ende más que pagado. Además merecían la
pena por otros motivos. Estábamos en zona RDA pero las calles aledañas estaban
abarrotadas de restaurantes y bares monismos abiertos a todas horas, con wifi y
tirados de precio.
El primer día comimos en un italiano por solo 17 € y nos pusimos las botas. Imaginaros el gusto que da tener esas opciones pegadas a tu hotel. Y por si eso parece poco no solo teníamos el metro cerca, también tranvía y cercanías. Una gran elección el hotelito. Y como llovía y en breve iba a anochecer, además los jueves los museos cierran a las 8 pensamos que esa iba a ser nuestra primera experiencia berlinesa.
El primer día comimos en un italiano por solo 17 € y nos pusimos las botas. Imaginaros el gusto que da tener esas opciones pegadas a tu hotel. Y por si eso parece poco no solo teníamos el metro cerca, también tranvía y cercanías. Una gran elección el hotelito. Y como llovía y en breve iba a anochecer, además los jueves los museos cierran a las 8 pensamos que esa iba a ser nuestra primera experiencia berlinesa.
Cogimos la musseum pass por tres días a 19,90€ el normal y a
9,90€ el reducido por estudiante, amortizado en esa misma tarde. Nos dio tiempo
a visitar el Neues musseum y la maravillosa Nefertiti, entre
otras cosas. También el Pergamon
musseum donde no pudimos
cerrar la boca durante toda la visita; y finalmente el Bode musseum. A rasgos
generales el desarrollo museístico es impresionante, nunca una obra de arte
había tomado tanto protagonismo, su puesta en escena es increíble, y uno podría
pensar que es porque tienen piezas mediocres, ni mucho menos son piezas de
primer orden pero aún así daría un píe por tener la mitad de eso en Madrid. El
estudiante de arte allí debe estar encantado, es vivirlo todo de primera mano,
es transportarte en el tiempo, es soñar, y en mi caso será volver.
Para acabar la
tarde, paseo por Hackescher Markt, tiendas de diseño, de ropa, de pendientes,
de abalorios, para perder el gusto. Y lo mejor la Galería donde se halla el
antiguo teatro judío, donde miles de patios llenos de tiendas chulas te
permiten pasar un gran rato. Y de allí vuelta a nuestro Hotel y a cenar
cerquita, aunque ya eran las 10 de la noche.
Berlin damm, y Torre televisión Alexander Platz
Neues Museum
Pergamon Museum
Bode Museum
Galeria, teatro judio
Berlin damm, y Torre televisión Alexander Platz
Neues Museum
Pergamon Museum
Bode Museum
Galeria, teatro judio
Viernes 2: Salida
tempranito, sacamos las entradas para ir al día siguiente a ver la Cúpula del
Parlamento (son gratuitas, solo debes llevar DNI o Pasaporte), y seguimos
nuestro camino, estación de Hauptbanhof, muy moderna, museo Hamburguer Banhoff,
donde entre otras muchas cosas estrambóticas pudimos disfrutar de algunas obras
claves, como la Marilyn de Warhol. Seguimos nuestro paseo hasta la Pariser
Platz, y visita al patio del DZ Bank, increíble. Paseo entre embajadas dejando
atrás la puerta de Branderburgo, Unter den Linde, hasta la Fiedrichstrasse,
allí vimos los quartiers llenos de comerciales, paseito
hasta la Gerndarmeriè pltz, y de nuevo paseo hasta la Alexander Platz, comimos
genial bajo la estación de Hackescher Markt, paseamos el recorrido del barrio
judío, los cementerios, las antiguas casas, y por supuesto la Nueva Sinagoga.
Como aún teníamos que hacer tiempo, decidimos terminar de ver los dos museos
que nos quedaban de la Isla de los Museo, el Alte y el Altes
Museum; otras dos maravillas
de la museografía, con unas colecciones envidiables.
Y de allí paseo de
nuevo hasta el Check Point Charlie, lugar emblemático do los haya,
imprescindible, pero más que nada es eso anecdótico. Y cena con nuestros amigos
Santi Morata y Patri, de Zaragoza, que también estaban pasando unos días en
Berlín. Y cenamos en Massimiliam's, un sitio típicamente alemán, donde comimos
muy bien, y tras buena charla y copitas, marchamos al hotel a descansar.
Marylin de Warhol
Puerta de Branderburgo
Patio DZ BANK
Quarteiers Friedrichstrasse
Neue Sinagoge
Altes Museum
Marylin de Warhol
Puerta de Branderburgo
Patio DZ BANK
Quarteiers Friedrichstrasse
Neue Sinagoge
Altes Museum
Sábado 3:
Visitamos la Cúpula del Reichstag, increíble, es una de las visitas imprescindibles,
la arquitectura es alucinante y las vistas de la ciudad aún mejores.
De ahí paseo por
Tiergarten, un jardín que es más bien bosque, donde según avanzas te vas
encontrando monumentos conmemorativos y un sinfín de cosas. Luego Postdamer
Platz, una plaza del futuro, aunque a ellos no se lo parezca a mi me resultó
impresionante no ver el cielo desde el centro de la plaza, con unos majestuosos
edificios modernos, desde allí paseamos hasta el KulturForum para visitar
alguna galería de arte que nos quedaba de camino, sólo por ver un Caravaggio, y
nos encontramos con una galleria increíble e imprescindible, no dejéis de visitarla,
la colección de arte deja sin palabras al espectador. Y esa tarde
Kunfurterstrasse (tienda navideña imprescindible), una calle llena de comercio, de edificios modernos, de calles
amplias, de galerías comerciales, un sitio donde perderse. Así que
evidentemente compramos, pues Berlín es barato, para comer, pero también los
servicios y las compras. Y tras ver cosillas por allí como el famoso edificio
de la Vela. Como quedaba tarde, nos perdimos por el barrio medieval de
NikolaiViertel, viendo su preciosa iglesia, y sus callejuelas. Un lugar que te
transporta en el tiempo en pleno corazón de Berlín.
Tiergarten
Postdamer Platz
Tiendita Navideña
Tiergarten
Postdamer Platz
Gemäldegalerie
Tiendita Navideña
Domingo 4: Postdam
Cercanías directo,
y luego por 18 euros pillamos un tour de 3 horas con tres paradas y
explicaciones en español. Una ciudad preciosa, privilegiada por su situación,
un enclave de memoria histórica inigualable, y no me extraña que se retiraran
allí los monarcas. Luego paseamos por el núcleo de la ciudad, por el barrio
holandés, comimos muy bien, y de vuelta a Berlín. Como aún nos quedaba tarde
dimos un paseo por las tiendecitas del barrio judío y ya de vuelta al
hotel.
Lunes 5:
La mañana la
dedicamos a conocer Charlottenburg, luego visita al barrio medieval de Spandau,
con sus callejuelas, su casa gótica y su preciosa ciudadela. Volvimos a comer a
zona de Kunfurstenstrasse, por escasos
20 euros en un italiano donde nos pusimos las botas. Luego paseo por los
centros comerciales, y de allí pillamos el metro hasta la Postdammer Platz,
para verla de noche. Y nos encontramos en plena premier de Could Atlas, con Tom
Hanks y Halle Berry, imaginaos entre las luces y los edificios de cristal la
que había allí organizada.
Y como empezaba a
chispear nos volvimos al hotel para leer un rato y abusar de la wifi de nuestro
restaurante vecino.
Martes 6:
Tras otras 10
horas de sueño reparador, que bien he dormido en Berlín.
Al lado de nuestro
hotel teníamos la genial East Side Gallery, donde 1,3 Km de muro te dan la
bienvenida, una vista genial de pinturas murales a cual más llamativa, hacía
frío pero mereció la pena. Luego dimos una vuelta por la zona de Rosa Luxemburg
Platz, un recorrido recomendado por la guía, que ampliaba un poco más nuestra
visión de la ciudad, y además que nos sobraba el tiempo, porqué como somos de
darle mucho al píe, nos ha dado para mucho el tiempo.
Notas:
El aeropuerto de Thegel
es cutrecillo, no hay tiendas, es pequeño, y te abren la facturación apenas
hora y media antes de que salga el vuelo.
Berlín tiene una
cerveza rica y barata
Los medios de
transporte son cómodos, quizás al comienzo líen un poco pero al final son muy prácticos.
Nos hizo buen
tiempo, solo nos llovió por las noches.
Hemos bebido y
comido genial, es cierto que su cocina no es muy variada, pero hay muchas otras
cocinas presentes en cada calle.
Y a rasgos
generales un viaje perfecto, una ciudad muy bonita y muy viva.
He escrito un artículo
para la revista de mi trabajo, cuando está publicado os lo pongo por aquí.
2 comentarios:
Lo mejor de tus viajes es ver tu sonrisa a la vuelta y tu modo de contar de las anécdotas...
Bss
genial!! las fotos fantasticas y muy bueno el relato! sin duda una gran ayuda para quien vaya a viajar alli,bikos a los dos!
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