Atardecer en el puente de Brooklyn
Tras la experiencia en el aeropuerto quedaba investigar la
casa, menos mal que había ido uno del grupo esa mañana de avanzadilla y había
recepcionado la compra; entenderéis que para 17 personas no podíamos ir con el
carrito y lo hicimos todo a distancia, eso sí con muchos problemas que os
comentaré en el artículo de información útil.
Tras una primera inspección de la casa, y selección de
habitaciones nos duchamos, y a la calle.
Nuestra siguiente aventura el metro de Nueva York
Esta aventura se prolongaría por todo el viaje. La primera
sacar el metro card por una semana, viajes ilimitados en metro y autobús por 32
dólares, merece la pena y pocos turistas lo conocen. Además es recargable, cosa muy buena si
como nosotros estáis más de una semana
Línea Azul, íbamos hasta Hight para ver atardecer en el
puente de Brooklyn, tras sacar la tarjeta entramos, y sorpresa era en otro
sentido y había que salir a la calle para ir al otro anden, el problema que la
tarjeta vuelve a ser válida a los 20 minutos ¡alucinante! Le lloramos a la
taquillera, que por suerte estaba allí, y nos abrió la puerta. Otra opción que
aprendimos más tarde era entrar uno y abrir la puerta a los demás, pero para
ello uno debe entrar y estábamos todos en igual circunstancia.
La primera impresión desde la casa al metro que había 10
minutos caminando era sorprendente, un barrio mezclado de contrastes, casas
bonitas, bocas de riego de las películas, muchas etnias diversas en la calle,
coches con música a todo trapo, autobuses amarillos escolares, de todo. Lo
bueno de ir a hospedarte a un barrio es que vives de otro modo la ciudad. Eso sí
Delis no faltaban para comprar y están la mayoría abiertos hasta las 2 de la
mañana.
Y allí fuimos puente de Manhattan y puente de Brooklyn en su
esplendor. Flipamos pues una limusina paró en un cruce para hacer fotos a la pareja de recién casados que
transportaba, pitaba el resto de coches, pero ellos a sus cosas.
Que decir de ver el puente, Manhattan anocheciendo y todo lo
que parece un poster o película en vivo. Esa fue nuestra impresión, aún no nos
creíamos estar allí, pero ahora al ver las fotos era real.
Vuelta al odioso metro, donde el calor y la humedad es
tremendo y luego dentro del tren te pasmas de frío. Ratas en los parques
campando a sus anchas, y de nuevo muchos contrastes.
La noche llegaba a su fin…no…barbacoa, cervecitas y demás en
nuestro jardín…además de lucecitas y miles de mosquitos dando la bienvenida.
Nos acostamos pronto o tarde según se mire, pero ya muy
felices.
p.d. hubo una incidencia; una chica del grupo que viajaba con
American Airlines a la misma hora que nosotros dio media vuelta por fallo en
turbina, llegó justita a la cena pero llegó…no iba a ser nuestra única sorpresa
con esta compañía…
I PARTE
I PARTE
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