Empezó pareciendo un error, me llegó
un email proponiéndome ir en grupo a New York, entendí que mi amigo se había
equivocado, esto era noviembre del 2014. En enero del 2015 tomó forma y el
grupo empezó a crearse….nos íbamos…a finales de agosto…no llegaría nunca.
Pero llegó, tras meses de reunir al
grupo, montar excursiones, tiempos libres, leer blogs, ver noticias, buscar de
todo y más, llegó.
28 de agosto Día 1.
Madrugón…por qué no hay viaje
decente sin está bella palabra. Tres horas de antemano para pasear por el aeropuerto,
da igual, 14 personas locas y con ilusión hacen que esas tres horas parezcan
minutos…así como 180…jeje.
Toca coger el avión tras, eso si, haber llenado la mochila
con un par de botellas de ron, que dicen que allí es caro y para que vamos a
gastar lo innecesario.
La compañía Delta Airlines. Una que lleva viajando tiempo se
ha dado cuenta que aquí junto con los sueldos lo único que se sigue reduciendo
es el espacio en los aviones, lo demás todo sube como los impuestos o crece
como la inflación. En fin apretujados pero felices, viendo pelis unos y
roncando otros llegamos a
NY
Bueno espera, no tan rápido….llegamos al aeropuerto de JFK,
lo de pisar suelo americano aún llevaría su tiempo. Y es que hay que pasar la
aduana, tras escuchar miles de leyendas y no tan leyendas sobre las cosas que
ocurren en esas aduanas uno va con los … en el gaznate, y sobre todo cuando
somos 14, alguno se queda fijo. Y aunque algún susto nos dío alguna, pues un policía
se empeñaba en que le enseñara unos cuantos pasaportes se pensaba que era
Bourne de incognito…pasamos sin incidencias aunque nos llevó una hora.
Momento maletas: allí como están acostumbrados a que la
gente envejezca para pasar la aduana pues no se andan con tonterías, las pasean
por la cinta un ratito y si no las cogen, al suelo que alguien las reclame. En
fin….tras las fotos de la aduana, la huella digital, siempre en plural porque
son dedos y foto, y falta que te pidan muestras salivares de ADN (Laura, no les
des ideas) logramos pisar AMERICA. Allí momento caos, la gente ya empezó a
gruñir en vez de hablar, pero al final del viaje esto era normal, logramos a
duras penas y llamadas encontrar o que nos encontrara nuestro traslado, y
cruzamos la city.
Menudo desorden tienen allí, deben flipar cuando llegan a
España, no quiero ya ni decir qué pensarán de los alemanes…Casas altas y
angostas, o bajas y luminosas, los tendidos eléctricos en la calle, los
cochazos con la música a tope, sirenas de ambulancia, niños jugando al balón, jóvenes
pasando dinero en un parque, grafitis, huertos urbanos…todo lo imaginable y
todo en una sola ciudad.
Por fin giramos a la derecha, el monovolumen se para y
llegamos a destino (previo pago de propinas, porqué chicos nunca olvidéis de las
puñeteras propinas)
208 Quincy Street, 11216 Brooklyn
Un artículo
aparte tendrá toda la información útil si viajáis a New York.
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