lunes, 5 de agosto de 2019

Christmas in New York 2018

Quién me iba a decir a mí que iría a Nueva York, que me gustaría, tanto como para volver a los pocos años
para disfrutar de sus navidades. 
Amantes de la Navidad tenéis una cita en la gran manzana.
Todos los años buscamos la experiencia navideña, este año lo tuvimos claro, el gran sueño, la navidad en
Manhattan. 
Y allá nos fuimos, lo primero la elección del hotel, el Parker New York, un hotel muy conocido por todos los
visitantes de la ciudad, no por ser un 4 estrellas y estar en una zona privilegiada, si no por acoger en su planta baja el conocido Burger Joint. En verano pudimos comer allí y conocer este hotel. Cierto es que barato no era, pero para ser Manhattan
y Navidad, y el hotelazo que es, la verdad no creo que fuese tan caro.
Unos 180 euros noche incluyendo tasas. En fin, dinero es, pero la verdad es que mereció cada euro la pena. 
24 de diciembre:
Volamos a Newark y de ahí, un bus nos llevó hasta la estación de buses donde cogimos un taxi

hasta nuestro hotel. Cómodo y rápido, además que lo bueno de volar a Newark son sus alucinantes vistas de Manhattan te ahorras el helicóptero turístico y haces fotazas como esta:


Tras dejar las cosas,
¿Qué haces? Lanzarte a la calle a ver la Navidad, escaparates, gente, bullicio, colores, villancicos, un verdadero parque de atracciones navideño. 
Y así llegas, tras atravesar un atiborrado Rockefeller Center hasta Grand Terminal, ves su mercadillo navideño (tampoco es nada del otro mundo) y caminas hasta Union Square donde, ahora sí, un precioso mercadillo navideño nos da la Bienvenida.
It’s Christmas
Como si fuéramos niños íbamos por la calle, recorriendo los escaparates de algunas de las tiendas más emblemáticas y bonitas de la calle Brodway:
Dylans Candy Bar, para los más dulces es un paraíso, y ya en navidad ni os imagináis.

Flatiron, la escultura del HOPE, Times Square, Columbus Circle….








Una buena pateada que concluye en una cena de nochebuena en The Smith, una cena diferente donde una crema de tomate y queso ardiendo nos dio la bienvenida, muy agradecidos pues el fresquito a esas horas era tremendo, y unas ricas hamburguesas. Lo dicho una cena de nochebuena fuera de lo habitual.




¿Qué nos encontramos el 24 en NY?

Una ciudad muy viva, llena de gente realizando compras, con muchas luces y colores, que animaban a vivir intensamente estos días de vacaciones. 

El día y la caminata nos dejó agotados y volvimos a nuestro hotel a descansar. 
25 de diciembre

Cómo nos vamos a dormir pronto, a las 7 de la mañana estamos en la calle paseando. Y creo que pasé uno de los mejores días de navidad de mi vida. 
Los motivos son claros, una de las ciudades más impresionantes del mundo en exclusiva para nosotros, porque lógicamente las calles estaban así de desiertas:


Primera parada tras desayunar rápido al lado del hotel, y recorre la sexta avenida, Rockefeller Center, pudimos hacernos un repertorio de fotos gracias a que no había nadie. ¿Y que más hicimos? Aprovechar para fotografiar todos los escaparates de la 5 avenida, ya que el día anterior las hordas de gente no nos lo permitía.
Los escaparates imprescindibles de la 5ª:
FAO Schwarz juguetes
LEGO
Henri Bendel
Saks
Tiffanys
Bergdorf Goodman
Louis Vuitton
Gucci
Loewe

Bulgari








Desde allí, y tras entrar en el hall del Plaza (momento cine total, daba gusto ver a todos con su superbrunch de Navidad) seguimos hasta Park Avenue, donde seguimos deleitándonos con los escaparates de:

Barneys 
Bloomingdale's (no dejéis de ir a verlo, nosotros hasta cantamos en su Karaoke) 
Y de allí, seguimos con la ruta cinéfila al
Serendipity 3

Un lugar icónico de cafés impresionantes. 


De la 3º a Lexington avenue, a Park Avenue hasta subir a la entrada del MET del Central Park (no dejéis de pasear esa zona residencial, impresionantes casas decoradas y escaparates como los de Ralph Laurent harán más entretenida vuestra visita. 

Y tres horas de relax y de fotografía a las ardillas por central Park, incluyendo la pista de hielo con el Skyline detrás. Un paseo navideño impresionante. 






Tras ese paseo, la ciudad ya empezaba a llenarse, bajamos en taxi hasta Bryant park, esa plaza impresionante y que creo es la que más me gusta de Manhattan Un mercadillo navideño precioso, una pista de hielo bulliciosa, y comimos en el Restaurante Empire State, los bajos del Empire a lo bestia, muy bonito y con un local original.



De allí cogimos un bus para acercarnos a Dyker Heights, el autobús nos llevó por todo Manhattan, cruzando el río hasta Belt Pkwy, desde donde caminamos para intentar llegar sobre las 4 momento del encendido de luces de este barrio newyorkino que enciende sus casas como si fuera una feria navideña. Todo comenzó con una italiana nostálgica de sus decoraciones en la hacienda donde vivía y ha creado un fenómeno sin precedentes. No es navidad si no vas a ver las luces de estas casas que triplican la factura de luz en este mes de diciembre. 


La zona es preciosa, y merece la pena, eso sí, no hay un mal bar, ir con ello en mente si vais a visitarlo. 


Tras ese día de pateada cogimos el metro en 86th Street y directos al hotel, nuestros pies se habían roto, al menos los míos sí. 

Cena en un thai cerca del hotel y a dormir, que día más fantástico, pero agotador, quizás es demasiado para hacer en un día, pero nosotros le sacamos partido a cada minuto de los viajes
26 diciembre

Un nuevo día en Manhattan y con las piernas doloridas decidimos no exigirnos demasiado y ser más cautelosos. Tocó taxi hasta el Chelsea Market, una antigua fábrica llena de tiendas y bares estupenda. No sin antes haber desayunado en un establecimiento puramente americano de esos que quedan pocos en NY y que te rellenan la taza de café. Astro Restaurant, en la 6ª avenida. (Imprescindible)



Callejeamos hasta Washington Square con su correspondiente café en el starbuck de la plaza, y seguimos (y eso que íbamos a ser precavidos) hasta la zona 0, paseando por todo Broadway.

La zona 0 como siempre es espectacular y tuvimos ocasión de ver recién inaugurado la entrada de metro y tren de Calatrava que a su vez es un centro comercial. Una verdadera maravilla arquitectónica. 
¿qué se puede hacer además en la zona 0?

Ir al Century 21, claro que antes pasamos por el OMG de Brodway para cargar Levis, que no falten.
Dos horas y muchos euros después, nos subíamos a un taxi con unas 7 bolsas gigantes camino a nuestro hotel. Es sentirte pretty woman, pero además merece totalmente la pena. 
Como os comenté nuestro hotel tenía dentro el Burger Joint, por lo que ese día, y tras media hora de cola (no vayáis en navidad, cuando en cualquier otra fecha entráis sin problema, eso sí en Navidad, podéis haceros fotos con muchos famosos que como vosotros disfrutan de la Navidad en NY. 

Un poco de reposo, y claro, da igual el dolor de pies, nos vamos a la calle. Paseo por Times Square, visita al Macy’s a comprar algún regalo y ver sus maravillosos escaparates y tarde en el 230 Fifth roof top, con nuestra mantita roja viendo el espectáculo de luces navideñas del Empire. No os perdáis esta terraza viajéis cuando viajéis, pero en Navidad es divina. 




De nuevo taxi al hotel y cenamos cerquita en un rico italiano, el Pazza Notte. 
27 diciembre
Tocaba homenaje para desayunar: en el Rue 57, desayuno relajado y delicioso para coger fuerzas para otro día de pateo. Queríamos terminar de hacer compras y de visitar algunos lugares que nos quedamos sin ver en nuestra anterior visita. Eso si, hoy tocaba caminar:
Morgan Library, un pequeño museo privado precioso, que os va a dejar encantados si sois amantes del arte y de la literatura. 
Luego paseo hasta la Biblioteca Nacional, abierta y de entrada gratuita donde el árbol navideño gigante os da la bienvenida a las navidades literarias. De allí, paseamos a ver la tienda de NBA, la de HBO, la de Nintendo, compritas en Lego, regalitos en el Moma, PIQ de Rockefeller donde podéis comprar productos del maravilloso Marc Tetro, entramos en Tiffanys a tomar un café en el blue café (hay que reservar) y paseamos por la Trump Tower. Un día fantástico, que rematamos con una rica cena  digna de un buen americano. 









28 diciembre
Hoy tocaba ir directamente a la Neue Gallery, una colección privada con obras austriacas y alemanas de vanguardia de primera línea. Desayunamos en su precioso café austriaco, y pudimos ahorrarnos la cola. En NY los museos ya nos son gratuitos, y como siempre que alguien cobra por algo, las colas ahora son infinitas. 
Ese día llovía a cántaros por lo que al salir del museo cogimos un taxi para volver a la zona de nuestro hotel, seguir viendo tiendas, GAP, Uniqlo, Victoria Secret’s (donde por cierto visitamos su museo) y por fin paramos a comer en un local de esos americanos de pro donde comimos de maravilla y en abundancia, como siempre pasa aquí. Justo enfrente del famoso Ellen’s Stardust Diner donde las colas daban la vuelta a la manzana y era imposible entrar. 



Nuestro viaje terminaba ya, de nuevo taxi a la estación de bus, bus al aeropuerto y Good Bye Manhattan. 
Datos a tener en cuenta si viajas a NY en navidad:

·         No intentes ir a los sitios clásicos sin reserva previa: Empire, Rockefeller, etc…será imposible. 

·         Los bares emblemáticos que no cogen reserva no merecen el tiempo de espera.

·         Lleva dinero de sobra, aquello es baratísimo. 

·         Revisa tus cuentas al volver, nos metieron dos pagos dobles con tarjeta a cada uno, que luego nos devolvieron, pero fue un verdadero incordio tener que tramitarlo a nuestra vuelta. 

·         Coge un buen hotel y que esté céntrico, el frío y la gente puede hacer que te resulte molesta la ciudad si no vas a un sitio cómodo. 

·         Prepárate físicamente para el pateo.

·         No dejes de mirar a todos los lados o te perderás algo fijo. 

·         Y sobre todo disfruta como un crío la experiencia. 

domingo, 21 de julio de 2019

Rumania, Transilvania y Los Carpatos 2018

Un vuelo por la tarde en pleno julio nos llevó hasta la capital de Rumania. De allí, cogimos un uber (el precio es irrirsorio) hasta el que era nuestro hotel.

RAMADA BUCHAREST PARC 4 ESTRELLAS un hotel magnifico, con unas instalaciones de primer.

Día 1 Bucarest

Nuestra ruta comenzaba por la noche, es decir incluía la cena de ese día para conocer al que sería nuestro grupo de viaje. Pero nosotrros habíamos cogido un día más con la intención de conocer previamente Bucarest.
Lo primero contactar con Ionel, nuestro guía, para conocer a que hora debíamos llegar por la noche.
Nuestra primera parada, tras volver a pedir un uber fue el escandaloso edificio del parlamento. Ostentoso, y exagerado domina la ciudad. Impresiona conocerlo, impresiona saber su historia, abruman sus riquezas, y sobre todo una vez que conoces todo quieres salir de ese lugar, ya que significa la opresión injustificada de un pueblo frente a una opulencia manifiesta de un tirano.


Tras esta visita, y bajo un sol de justicia, caminamos hasta el centro de la ciudad. Antigua, y elegantes se levanta Bucarest. Iglesias ortodoxas maravillosas y edificios abandonados , en perfecta consonancia.








Dos lugares donde comer y tomar algo imprescindibles en Bucarest:
Caru cu Bere
RESTAURANTE HANU 'LUI MANUC

Como el calor nos tenía fritos nos cogimos un uber para descansar un rato en el hotel y llegar a las 7!!! a la cena. Los horarios de las comidas fueron un motivo de discursión durante todo el tour.


Día 2 Bucarest, Cozia, Sibiu, Bazna
Salimos hacia Sibiu atravesando la región de Valahia.

En el camino hici,os una breve visita al monasterio de Cozia, uno de los más antiguosde Rumanía (siglo XIV).

Ya habíamos conocido a nuestros excepcionales compañeros de viaje, 4 riojanos magníficos, y dos alicantinos estupendos. No podíamos haber tenido mejor compañía.





Continuamos el viaje a través del Valle Olt y el Paso Torre Rojo, la antigua frontera de Valahia con Transilvania.
Tour de ciudad en Sibiu visitando la Plaza Grande, la Plaza Pequeña, el Puente de las
mentiras y también la Iglesia Evangélica.




Llegada por la tarde a Bazna.

Dia 3: Bazna*Medias, Biertan, Sighisoara, Bazna,

Por la mañana paseo en carruaje hasta visitar una antigua iglesia fortificada. Después visita a ciudad de Sighisoara con la Torre del Reloj, la casa natal del conde Dracula y la Iglesia de la Colina.






Por la tarde vista a Biertan y cena folclórica.



Día 4: Barna, Turda, Cluj Napoca Shigetul Marmatiei

Salimos hacia Turda y visitamos la famosa mina de sal. Después nos dirigimos hacia la ciudad de Cluj Napoca dondevisitaremos la catedral y tarde de visita en Shigetul para conocer el “cementerio alegre”.








Día 5: Viseul de Sus a Bistrita

Por la mañana salimos hacia Viseul de Sus donde la locomotora de vapor nos espera. El ferrocarril de vía estrecha (76 mm) nos lleva a través de un bosque salvaje y romántico en los montes Cárpatos. Durante el recorrido además de los hermosos paisajes se pueden admirar muchos puentes y túneles. El Valle de Vaser fue utilizado en el siglo XVIII por la monarquía austriaca como una vía de agua a través de los densos bosques de los Cárpatos. Al mediodía picnic con bebidas incluidas en las montañas. Por la tarde traslado de Viseu a Bistrita.








Día 6 Bistrita, Sovata,Predeal
Por la mañana salida en bus hacia Sovata, estación conocida en el mundo por sus aguas termales. Hacemos un recorrido en locomotora de nuevo, por via estrecha. Cetatii y  regreso. Después salida hacia Predeal pasando por Praid y Homorod.


Día 7 Preal, Brasov, Bran, Sinaia, Bucarest

Por la mañana salida hacia Brasov. Breve recorrido por el casco antiguo de la ciudad. Continuación hasta el castillo de Bran que también es conocido como el Castillo de Drácula. Después, breve parada en Sinaia para ver el Castillo de Peles, antigua residencia de los reyes de Rumanía, la familia de Hohenzollern. Por la tarde hacemos el tour panorámico de Bucarest, la capital de Rumania, incluyendo la visita a la Iglesia Patriarcal y el Museo de la Aldea.





Día 8 Bucarest – Fin del viaje

Fue un viaje muy divertido, pero muy mal organizado por parte del touroperador. Por lo demás, muy barato, un país verde como nunca vi otro, unos bosques frondosos, que no me extraña que sea elegido como vivienda por los osos. Gente muy humilde, pero con unas materias primas de primera calidad, y unos paisajes que cortan la respiración.
Un país lleno de convulsa historia por su situación geográfica, y para visitarlo al menos una vez en tu vida.