Viernes 24 de junio, día de San Juan, tocaba dejar
Inverness, eso sí tras desayunar un poquito más económico en la pastelería So
Coco, donde por mucho menos dinero, aproximadamente 5 libras persona nos
pusimos las botas, café, zumo, y gofres.
De allí la primera parada era el castillo Urquhart, a orillas del Lago Ness. Lo vimos en la
distancia, pues teníamos un largo día por delante, se veía precioso desde la
orilla, y parecía en ruinas por lo que poco se podría visitar.
De allí, siempre viendo el Lago Ness, que no a Nessi, llegamos a Fort Augusto. Uno de los
pueblos más bonitos que encontré. Nos recibió con un sol espléndido, mucho
ambiente, y sus preciosas exclusas. Lástima que no las pudimos ver en acción. Tomamos
un refresco y seguimos nuestro camino, iba siendo la hora de comer, y tenía
muchas ganas de ir a ver el valle de Glen
Coe, tan conocido por las películas de Harry Potter y por su inigualable
belleza.
Tuvimos suerte y encontramos un sitio estupendo para comer unas magníficas
hamburguesas, incluso una de haggis,
y en mi caso un poquito de salmón que por estas tierras está muy bueno.
(Restaurante The Glencoe Inn). Tras
un breve paseo pues amenazaba lluvia y queríamos llegar a destino antes de las
7 nos fuimos directos a Oban.
Allí un poquito a las afueras habíamos alquilado para 4
noches nuestro alojamiento más espectacular, una cabaña en Lagnakeil Lodges (http://www.lagnakeil.co.uk/)
Un lugar al que costaba acceder con el coche pero que merecía totalmente la pena.
Unas vistas magnificas, unas cabañas bien cuidadas, y sobre todo una tranquilidad
muy relajante, no podíamos pedir mas.
Las cabañas estaban perfectamente
habilitadas, calefacción, wifi, tele plana, lavaplatos, de todo y muy nuevo. Bajamos
al pueblo rápidamente para hacer la compra, compramos de todo en abundancia y
la cuenta fueron 80 libras, me gusto del súper que cada producto venía con su banderita
de procedencia y eso facilitaba también saber si fiarte o no.
A la vuelta investigamos el espacio a píe, ero el único bar
estaba distante, cogimos el coche hasta The
Barn, un bar precioso y rustico en el medio de la nada, pero a donde
llegaban los taxis, pues un grupo chipado de cenar pidió taxis que les
recogieron en este lugar recóndito.
Sábado 25,
Tras la imposibilidad de no tener billetes para el ferry y
visitar la isla de Mul, una lástima que luego sabréis porqué, sacamos los
billetes para el día siguiente y nos fuimos de excursión. El ferry salió a unos
20 euros persona con el coche incluido, no nos pareció muy caro.
Como el día era tranquilo y tras un merecido desayuno
tomando el sol de primera hora nos fuimos a conocer otras zonas cercanas, tocó Inveraray.
Que pueblo más bonito, no es muy grande, pero si muy
acogedor y agradable. Lo primero el castillo deslumbrante, en un emplazamiento único,
muy cuidado, y con verdadero lujo inglés (salió en algún capítulo de Downton’s
Abbey). De allí fuimos a visitar la antigua
cárcel, la entrada cuesta 9.50 e incluye la audioguía. Es una visita
diferente muy documentada y entretenida Luego comimos en la terraza cubierta
del George Hotel, todo rico, sobre
todo el pastel de carne que siempre viene con hojaldre y está espectacular.
Pero comimos de maravilla. De allí paseamos, compramos en la calle principal
unos jabones de regalito hechos a mano por 2.50 libras, y coche de vuelta.
La siguiente parada fue desde el lago el Kilchurn Castle. Nos paramos en un
sitio precioso Loch Awe Camping Coach,
desde donde se veía perfectamente el castillo, el cual tienen una leyenda romántica
detrás que os invito a buscar y leer pues es muy bonita.
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