50 AÑOS NO SON POCOS

Mi Familia


El fin de semana pasado celebramos las Bodas de Oro de mis padres, 50 años juntos durante los cuales crearon una familia enorme que quería homenajearles por todo ello. Se decidió pasar un fin de semana juntos en una casita rural, el lugar elegido fue una casita llamada Posada Real el Molino del Cubo, sita en San Esteban del Valle, un lugar de montaña en el Valle del Bajo Tietar. Un lugar de vegetación exuberante lleno de agua, con una cascada preciosa, que llenaba el ambiente de una dulce melodía.
La casa perteneció a un escultor contemporáneo, Aurelio Teno, que con el tiempo se aburrió, tras dejar la casa llena de esculturas y tras haber diseñado sus jardines.
Y el fin de semana cortito pero intenso consistió en ir sacándonos las lágrimas y las risas cada poco tiempo. Comimos y bebimos ricamente, y sobre todo intentamos devolver a nuestros padres todo aquello que ellos nos han estado trasmitiendo todos los días.

Yo les escribí unas letras, que leí tras la comida del sábado, pidieron manteles para secarse las lagrimas…también les dimos unos regales individualizados, a mi padre unos libros de León con una preciosa dedicatoria escrita por mi hermana María, y luego fue firmado por toda la familia desde el más pequeño al más mayor. Mientras a mi madre la dieron de parte de los peques un precioso camafeo grabado. Regalos que hicieron ilusión y que siempre les quedará para recordar el evento.

Este fué el texto....

Querida Familia:


Como siempre me gusta sacaros las lagrimillas, hoy no podía ser menos, ya que estamos todos juntos celebrando algo muy especial. Es importante remarcar lo de especial, porque para la mayoría de nosotros nada sería lo mismo, realmente no sería nada, si lo que hoy celebramos no se hubiera producido hace 50 años.
Y fue entonces, cuando nuestros padres, abuelos y, para otros suegros, decidieron dar un paso importante para sus vidas y las nuestras, se dieron el Sí, quiero, y empezaron un largo viaje, que aún continua.
Ha sido un viaje precioso, duro, y feliz. Todos los ingredientes necesarios para poder llegar a lo que hoy celebramos.
Un viaje durante el cual han vivido miles de aventuras, en el cual han reído, han llorado, han sufrido, han disfrutado. Un largo recorrido que fueron sembrando de paciencia, amor, comprensión y confianza. Que tuvo como fruto cinco hijos, a los cuales mimaron, cuidaron, educaron, y amaron. Siembra que luego volvieron a recoger cuando el salto de generación se produjo, y entonces pudieron continuar mimando, pero esta vez a sus nietos.
Y hoy hemos intentado homenajear ese hecho tan bonito, que hace cincuenta años iniciaron, allá por un 4 de abril, y que es para nosotros uno de los momentos más importantes de nuestras vidas.
Como tampoco es cuestión de seguir todo el día aunque podría, prefiero ir terminado dando las gracias al destino por juntaros, y sobre todo dándoos las gracias por decidir sacrificar y compartir vuestras vidas con cinco hijos, que no es poco. Por dedicarnos vuestras vidas, vuestros sueños, por hacernos felices todos los días, educarnos, y hacer de nosotros lo que hoy somos; Pues no seríamos nada sin vosotros y que por ello todos los días, lo demostremos o no, nos sentimos sumamente agradecidos por todas y cada una de las decisiones que tomasteis, y que seguís tomando. Pues siempre nos habéis cuidado y sobre todo amado. Y eso es lo que hoy después de 50 años debe daros ilusión para otros cincuenta, y por lo que tenéis que estar orgullosos.
De parte de todos los que estamos aquí gracias por crear todo este mundo que es la verdadera esencia de muchas vidas.


Luego por la tarde pasamos un video-presentación, y aunque falló la instalación tecnológica, al final hubo muchas risas y momentos nostálgicos…y ya para rematar el día, una cena con postre original, una tarta de diseño, que llevaba una pareja de casados imitando las características físicas de ellos, una cosa preciosa.
Y el domingo terminamos la fiesta con fotos de grupo(foto de cabecera) y por familias, para futuros regalos…que en breve adornaran la casa.