miércoles, 20 de agosto de 2014

Un paseo de diez días por Normadia, Bretaña y Loira. (I)


Como va siendo costumbre este año ha tocado viajecito de esos que nos gustan, de los de carretera y manta. Cómo para mí el blog es el mejor modo de tener un diario voy a resumir el viaje, a dar consejos, a contaros muchas cosas, etc.
(1 al 9 de julio del 2014)
Día 1: vuelo Madrid- París (Beauvais)
Elegí el aeropuerto de Beauvais porqué llega raynair y porqué cuándo cojo coches de alquiler me gusta ir a aeropuerto pequeño. Primera parada Normandía, el hotel Adonis Honfleur http://www.adonis-hotel-honfleur.com/, un hotel barato, cómodo, bien situado, agradable, en fin una buena elección. Y cómo era tarde y podíamos quedarnos sin cenar, pues directos a tomar una Gallette (las crepes saladas típicas de la zona) que no nos agradaron demasiado. Y cómo seguí habiendo luz del día pues pasamos a dar una vuelta al mismo Honfleur, un pueblo pesquero precioso que vio nacer a Erik Satie.

Datos de ese día: carreteras fantásticas, bastantes radares de velocidad, siempre peajes, que sí no caros muy continuos (se paga con tarjeta sin problema). Y ver el Puente de Normandía sobre el Sena una obra de ingeniería increíble que merece la pena descubrir.
Para los que queráis café cortado pedir o café creme (un poco más de leche que cortado) o café noissete (ese es clavado)
Día 2:
Cómo buenos turistas madrugamos y salimos ruta a Giverny, a ver la preciosa casa de campo que el señor Claude Monet se construyó. Teníamos una tirada, deshacer el recorrido realizado el día anterior, pero los horarios es lo que tienen. Pero valió enormemente la pena, es una belleza de casa, y la exuberancia del jardín deja impactado, dudo haber visto nada tan bonito.


De allí a Rouen, a ver esa catedral que tenía a Monet cautivado. Aparcamos en el parking público subterráneo bajo la Fnac y el palacio de Justicia. Por cierto el edificio gótico civil más grande de Francia. Allí comimos buscando wifi de Formule o menú del día (siempre sin bebida y oscilan los 14-18 euros), luego paseo a la Iglesia de la Plaza de Juan de Arco, paso bajo el maravilloso reloj astronómico del siglo XIV (Gros Horloge ). Visita a la Catedral, no pude quedarme viéndola como Monet a todas las horas del día, pero con una buena visita te das por satisfecho, es preciosa. Y luego pasear sus calles con comercios encantadores. Hacía calor, pero es una ciudad muy agradable.

Terminada la visita, rumbo a la costa, de nuevo el gigante puente de Normandía, y de ahí a Étretat, donde Eugene Boudin dibujaba sus preciosas marinas, y donde Maurice Leblanc escribía las trastadas del ladrón más elegante, Arsenio Lupin. Las ciudades y pueblos están muy aclimatadas al turismo y hay parkings por toda partes. Este pueblo no puede ser más bonito, la playa, el paisaje de los acantilados normandos, el “ojo de aguja” tantas veces representado en el arte, sus casas normandas de madera.


De allí saltándonos Le Havre que no merece mucho la pena, más que el estuario del Sena, nos salimos en la autopista en Cabourg para ver la misma, Villiers sur mer, y finalmente Deauville/Trouville sur mer. Esta zona es donde Coco Chanel puso su primer negocio, donde en los años 60 la alta sociedad movía sus traseros por sus calles, etc. En la actualidad guarda la belleza y elegancia, te sientes en Las Rozas Village pero en vivo y en directo. Hoy en día ya no es el destino más cotizado, pero sigue guardando belleza y aún podrás encontrarte alguna que otra fortuna por allí, sólo debes ver las casas.
Ese día tocaba cena elegante en Honfleur, decidimos cenar en Quai Sainte-Catherine, en uno de los miles de restaurantes con terraza, donde me comí unas riquísimas ostras, con su vino blanco, su crêpe de chocolate y plátano de postre, no fue barata pero fue buenísima.

Consejos del día: la gasolina está en torno a 1.6 y mucho la Diesel, 1.5 la sin plomo. Nosotros llevamos nuestro GPS y lo más cómodo sin duda es marcarle la oficina de turismo como punto de llegada, siempre está céntrico y tiene donde aparcar cerca.
Día 3: Desembarcando en Normandía.
Día soleado y decidimos ir por autopista hasta la salida de Maisy (queríamos visitar la zona americana) en la oficina de turismo nos proporcionaron mapa de la zona y así pudimos elegir en que puntos podíamos parar, es imposible hacerlo todo, hay que seleccionar, además hacía un día más para bañarse que para hacer turismo. Bueno nosotros queríamos ir a ver la batería Maisy, pero el calor nos hizo llegar a la entrada y dar media vuelta. La garita de entrada es una rulot plateada, el resto 4 km o 5  de paseo por el medio del monte, aun así impresiona lo que se ve en cada esquina, no sé si da miedo, estremece por estar viviendo la historia más cercana, pero los vellos se ponen de punta.

Continuando por la carretera de la costa la siguiente parada fue Pointe du hoc, sí sí donde el Día D, los Rangers de la 2 división escalaban los acantilados. Un sitio espectacular, donde los agujeros provocados por las bombas en el terreno, las baterías, y estructuras antiaéreas aún están presentes.
Siguiendo por la costa la siguiente parada fue Omaha Beach, en el camino es espectacular ver cómo cualquier garaje ha sido aprovechado para crear un museo del desembarco, pero sobre todo nos llamó la atención uno que ha abierto sus puertas este año, donde se encuentra la máquina Enigma, y ¡no es más que una nave-tienda de esas militares de enfermería! Nosotros paramos en el Museo Memorial de Omaha, pequeño pero es  museo como dios manda. Lo cierto es que emociona verlo, eso el Monumento conmemorativo, los tanques, las ropas, los enseres personales, etc. 


De allí cambiamos de temática y partimos a Bayeux, un pueblo tranquilo y bonito, donde se guarda el precioso Tapiz de Bayeux, una pieza excepcional que narra la Conquista Normanda de Inglaterra.

Para terminar, cementerio británico de pasada, y antes de coger autopista de vuelta parada en Caen (bonita pero prescindible)
Para que os hagáis una idea la media diaria han sido 300 km, son muchos así escritos pero no se me han hecho pesados en ningún momento.

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