lunes, 15 de junio de 2009

Los escritores, los derechos de autor, las editoriales, en resumen, el negocio sumergido.




Este fin de semana he tenido la oportunidad de estar sentada junto a dos escritores de éxito dentro de nuestro panorama actual. Durante tan agradable rato tuve el placer de poder compartir con ellos, y con otros expertos lectores datos sobre la actualidad que vive el libro y su mundo en estos días. Y solo tengo una palabra que lo resume, Vergüenza. Aunque pensándolo mejor, casi debería decir robo, que es más acertado. Se comentó en aquella mesa que las editoriales falsean datos, o directamente los omiten al interesado (en este caso el escritor) falsean información, y ya de paso falsean cuentas, porqué total solo es el trabajo de un pobre humano, que ha puesto sus esperanzas en el fruto de sus desvelos y horas. Por lo tanto las editoriales no les dan a estos grandes trabajadores sus números de ventas, ni el número de ejemplares editados. Evidentemente, gracias a ello, se embolsan dinero que les corresponde a sus autores, pero ante eso, ¿donde pueden ellos reclamar?,¿ en que datos se pueden respaldar para obtener lo que les pertenece por derecho?. Así, comentaban ellos, que esperaban a una próxima reunión de escritores, donde intentaran, a titulo independiente, solucionar estas carencias. Porqué sea como sea, la ley (inexistente, eso sí) debería protegerles.
Junto a esto que os narró y os pongo en conocimiento, hoy se publica una noticia donde dice que la enorme feria del libro que durante 17 días ha invadido el Paseo de Coches del Retiro, como es habitual desde hace muchos años, ha subido un 10% sus ventas respecto al año pasado. Ya que estaba leyendo también he visto que durante la alcaldía del señor Manzano, aquí en la capital, se decidió no publicar listas de ventas, ni de firmas, para no cometer agravio comparativo entre autores. Por lo tanto, explica el actual director de la Feria, que por un muestreo se puede saber que han subido las ventas, pero que no hay datos fehacientes. Entonces, me pregunto, ¿si no hay datos que lo hacen por número de colillas de cigarro en el suelo?
Y ahora continuo cuestionándome, no hay datos verídicos, no sacamos listas qué es malo, falseamos los datos, ¿entonces lo único autentico en un mundo tan bonito como es el libro, es el objeto en sí, y la habilidad de quienes los escriben? El resto es todo MENTIRA.

1 comentario:

José Angel Muriel dijo...

El resto es un enorme negocio. Es cierto que debería estar más regulado, deberían existir controles que garantizaran los derechos del autor, que en este caso no es cliente de una empresa de servicios (no sé por qué), sino parte contratante.