Anoche gracias a mi amiga Maje pude hacer una visita a la Biblioteca Nacional por la noche. El edificio es precioso, vacío, iluminado, una gozada, nos explicaron todos los fondos que contiene, de donde proceden, como se almacenan y se estructuran, etc. Es una enorme colección entre manuscritos antiguos (anteriores a 1830) modernos, incunables (primeros ejemplares impresos siglo XV), audiovisuales, mapas, fotografías, grabados, estampas, partituras, medios de audio, etc. Para amenizar la visita en las salas que íbamos descubriendo nos amenizaron la velada unas pequeñas teatralizaciones, de textos adaptados a la visita, con explicaciones sobre la creación de la biblioteca, colecciones, etc. Así en el salón principal Felipe el Hermoso nos contó antes de irse a dormir. Como se había creado la biblioteca y cual era su fin. En la Sala Barbieri, el que la nombra nos explicó lo importante de la música dentro de la colección de la biblioteca. Luego Cervantes nos contó su vida y su obra, y el amor que sentía por los libros. Y finalmente Goya, charlaba con un amigo invisible de su obra, sus grabados, sus innovaciones tecnológicas, y dijo una frase que me cautivó. Mientras explicaba que en breve se iba a Francia comentó que los motivos por los que se iba eran porqué “no le cabían más muertos en los ojos”.
Y así terminó esta visita tan interesante y recomendable…
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