miércoles, 16 de enero de 2013

Calle 30, Restaurante

Calle 30
Calle Pez, nº 30

Si el otro día os hablaba de la Esquina del Real, hoy cambiamos de tercio y nos vamos a la calle Pez, al 30. Esta calle que se ha lavado la cara y modernizado es un punto de referencia en la noche madrileña. En el nº 30 encontramos el Calle 30, un restaurante sin web propia, pero que aparece en la red por todos lados, con unas críticas maravillosas. Merecidas.

Para empezar el sitio es moderno, amplio, iluminado sutilmente. Nada más entrar, o sin entrar , ya desde la calle puedes ver una alucinante parrilla de leña de encina, y unas piezas de carne de tamaño descomunal. La cocina está especializada en la parrilla en leña de encina, por ende, parece que lo lógico es pedir carne. Pues sí, así es, pero tienen dos o tres platos de pescado que creo que son una fiesta para el paladar. Pero en general, y basándonos en las críticas de las webs de restaurantes habituales, la puntuación alcanza un pedazo de 9. Y ahora os cuento porqué.
Tras un espacio de barra, se llega al salón , donde las mesas y los asientos se han creado partiendo de pales, una idea que ya conocemos por varios sitios de decoración modernos, pero que vistos in situ convencen aún más.



A continuación tres detalles a resaltar: la carta viene en sobre, es decir literalmente te dan la carta; te sirven sí o sí una pedazo de jarra de agua fresquita, un detalle maravilloso, sobre todo en Madrid que nuestro grifo da , por suerte, aguita rica; y finalmente el aperitivo de recibimientos rico rico.
Luego pasamos al servicio correcto y atento, además de amable.
Y ahora la carta:

La de vinos amplia, hay vino blanco, de burbuja, tintos de todas clases y sin exagerar en precios. Nuestra selección fue el vino +Natural ecológico, un tinto  rico y suave, elegido por el tipo de uva. Este vino compartía espacio en la sección "para curiosos" con otro llamado Cojón de Gato, que tampoco tenía mala pinta, para la próxima.

Y tras abrir el sobre, la carta, con unos platos geniales, pero si además has leído por internet que ninguno defrauda, la elección se complica.

Nuestra cena:

 Entrante: Pulpo braseado a la parrilla con ajada gallega. No os digo como estaba este plato, con un puré de patata que hacía de lecho al pulpo que se iba al cielo.


Plato principal: Chuletón de buey al carbón. 600 gr para dos personas. La carne en perfecto punto, con guarnición de patata asada, mazorca de maíz y pimiento rojo. Y una capita de lascas de sal que se deshacían en el paladar...


Como siempre llegar al postre para mi es imposible...así que café y a casa. 

Y al final el precio, que fue más que estupendo.


Por supuesto estamos de acuerdo con el 9 en puntuación. 

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