sábado, 8 de enero de 2011

Que bonitas son las leyes que atacan mis derechos.



Llevamos unos días donde solo podemos hablar de Leyes restrictivas. Terminamos el año con una bonita Ley anti todo lo que encontremos por la red. Arremetiendo contra cualquier tipo de creación personal en Red, o directamente contra aquello que supuestamente es ilícito. Ley promovida por aquellos que quieren enriquecerse a nuestra costa, sin tener en cuenta las posibilidades y características de cada país, donde dichas leyes ya se desarrollan o se quieren desarrollar. Seamos realistas y busquemos políticos que defiendan los derechos de todos, y no solo aquellos que les interesan. Cuando era pequeña, a mi en el colegio me enseñaron a discutir, a enfrentar en debate varias opiniones, exigiéndome conocer todas las opciones para poder rebatir, alegar, defender o criticar con cierto conocimiento. Debió de ser una época extraña en la enseñanza, pues poco de eso veo yo entre nuestros dirigentes.
Y por si no teníamos suficiente hemos comenzado el año con otra Ley inquisitoria. Dejemos de acoger al fumador como una persona normal, y persigámosle y tildémosle de delincuente y apestado. Bien, yo como fumadora acataré la Ley, pero me negaré a comulgar con ruedas de molino. He viajado, he conocido y disfrutado de países donde impera desde hace años esa Ley, y nunca me he sentido tan agredida contra mis derechos como la impuesta en mi país. Por un lado puedo comprender la ilusión de no respirar humo en los sitios pequeños, o centro de niños y enfermos. Pero por donde no paso es por las restricciones espaciales, de no se cuantos metros, la búsqueda de la denuncia anónima constante por el mero hecho de recaudar dinero, y sobre todo lo que esta Ley afecta a mis derechos fundamentales. Tengo la sensación , cuando salgo a la calle , de que un monje de la Inquisición va a resucitar, va a prenderme, y evidentemente no me va a quemar, que haríamos mucho humo, pero utilizará alguna técnica avanzada, en este país donde solo cogemos aquello que es más restrictivo de los países supuestamente más avanzados. Pero no contenta con esa sensación, también he dejado de descansar a gusto, porqué como los grupos de gente que son fumadores no pueden hacerlo en ningún sitio, que mejor lugar que salirse a la puerta del local, y dado que debe ser que el botellón ya no es ilegal, pues a molestar a los vecinos que tenemos la mala suerte de vivir cerca de bares, y así no dejarles dormir, dicho sea de paso, el sueño está infravalorado…siempre estamos falta de él, pero parece ser que somos unos quejicas. Y claro, las emisiones de CO 2 no son importantes, el hecho de que todos los coches lleven diesel y contaminen mogollón, junto a calefacciones emisoras de mil mierdas, no es relevante ni importante para nuestra salud. Pero el derecho a que yo pueda respirar aire sano no me lo garantiza nadie. Y además cambiamos a una ley sumamente fascista animando al ciudadano ha realizar denuncias anónimas, porque total si es drogadicto y se mete una raya delante tuya, o bien pederasta o esta matando a alguien la denuncia es firmada, pero denunciar a un fumador no debe ser personalizado que menudo delito está cometiendo, y quizás él y sus mafiosos fumadores vayan a por ti toda la vida. Y para rematar, dado que tenemos una economía tan solventada, y no conocemos lo que es una crisis, vamos a dejar alguna que otra familia en paro más. Porque al igual que comentábamos antes, el instaurar una ley sin tener en cuenta las peculiaridades de cada país trae como consecuencia grandes meteduras de pata. Y en un país donde la hosteleria es un filón, donde hay pueblos que no tienen venta de periódicos, pero si dos o tres bares, instauremos leyes restrictivas donde la gente se encuentre a disgusto, no les dejemos opción a elegir donde ir, y cerremos esos pequeños locales que solo producían malos humos y daban trabajo.
Lo dicho donde acaba mi libertad, donde están mis derechos, porqué tengo que sentirme tan hostigada? Porqué un señor que vivió la dictadura dice que se sentía más libre en aquella época que ahora?, porqué ahora en un estado democrático y de libertad nos sentimos menos libres que nunca. Falta de opciones, falta de políticos, y falta de integridad personal, malas leyes, mal pensadas, adaptadas e instauradas sin cabeza, harán de nuestro país un estado de resquemor, de demandas constantes, donde estaremos tan quemados con lo agresivo de las leyes que nos rodean, que no miraremos por el bien del prójimo, si tú me atacas, se acabó el respeto, yo te ataco.

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