Queridos Reyes Magos, o Papá Noel…

Si, como conté el año pasado, a mi con tal de que me traigan lo que les pido, me es indiferente uno que otro.
Este año dudo que fuera buena, pero he sido fiel a mi misma. He luchado por lo que creo y me hace feliz, he intentado aprender de los errores y enmendar los realizados. He comprendido cosas que me eran difíciles de aceptar, y he asumido otras que me eran difíciles de asimilar.
Para este año os pido tranquilidad, podría pedir la Paz mundial, las vacunas arréglalo todo, y el fin del Hambre en el mundo; pero soy excesivamente realista, por ello prefiero pedir tranquilidad, no relax o reposo, no: me refiero a avanzar de manera coherente, a poder tener el tiempo, la salud y las ganas de disfrutar de la vida.
Que el raciocinio pueda conseguir crear en base a realidades y no a utopías.
Que nos podamos parar a aprender de la experiencia y avanzar en beneficio mutuo.
Que los que tienen que mirar por nosotros recuerden la lección, y consigan quitarse las gafas esas que solo dejan ver bien el propio ombligo.
Con un poquito de todo eso quizás podamos ir poniendo pequeños escalones que nos ayuden a subir y así lograr que el agua no nos ahogue.