martes, 15 de septiembre de 2015

New York, New York (Parte VIII)

Miércoles 2

Brooklyn Botanic Garden, Red Hook, SeaGlass, Seaport, nos vamos de tiendas....


Un día muy tranquilo nos esperaba, primero coger un bus, primera y unica experiencia pero muy positiva, el autobusero se portó muy bien. De allí al Botánico de Brooklyn, donde poder ver uno de los jardines japoneses más bonitos fuera de Japón. Un precioso paseo por la fauna y flora autóctona y no tan autonomista. Bonsais, trópico, desierto, el jardín de Shakespeare, o el jardín de los sentidos, donde oler y tocar las plantas es toda una experiencia. (entrada 12 $)

Jardín japonés Brooklyn Botanic Garden
Paseo para ver el Museo de bellas artes de Brooklyn, el cuarto más importante de EEUU, Brooklyn Library, y paseo por sus callejuelas, viendo la vida más autentica y unos barrios preciosos al más puro estilo inglés.

No todo el grupo hizo este paseo, parte se fueron para lo que era nuestro siguiente destino, de nuevo el ferry a Staten Island, y zona portuaria.

Llegamos a eso de la 13:30 al ferry, y durante la espera fuímos a estrenar (abrió el 28 de julio) el nuevo carrousel SeaGlass, allí no te montas en caballitos si no en 15 especies diferentes de peces en homenaje al antiguo acuario que hubo en Battery Park, donde hoy está en carrousel. Son 5 dolares y es muy bonito, apenas 3.5 minutos, pero es original ir viendo el mar, eso si siempre mirando hacia el interior, pues el ver la calle distorsiona la magia.



De allí decidimos ir a comer al Seaport a un sitio recomendado, no por su comida pero si por sus peculiaridades. Paseo por la zona derecha de wall street, y visita a las callejuelas portuarias, con mucho ambiente y tiendas monas.

Destino: Jeremy's

De allí decidimos ir a comer al Seaport a un sitio recomendado, no por su comida pero si por sus peculiaridades. Paseo por la zona derecha de wall street, y visita a las callejuelas portuarias, con mucho ambiente y tiendas monas.

Jeremy's



Peculiar sitio, un tío sólo en barra, una jukebox, y muchos sujetadores por todas partes. Éramos escépticos, pero comimos por apenas 15$ y de maravilla. Luego entraron trabajadores, policías, y descubrimos que era un bar de currantes, y sobre todo polis y bomberos. En recuerdo al 11 S muchos de los cuerpos de policía de todos los países que pusieron su granito de arena, dejaron allí su insignia en recuerdo.

Tarde libre, tocan compras, 21 Century allá vamos. Hay otro en Brooklyn que dicen es más tranquilo, pero este estaba a mano. Es como un super pero de ropa y accesorios y de todo. Para perderse y dejarse la cartera...

Mis compras:

Sujetadores Calvin Klein 12€
Braguitas 3 x 14€
Packs de 3 pares calcetines deporte y refuerzos adidas: 10€
Colonia One Calvin Klein, 200 ml, 35€
Hugo, de Hugo Boss, 35€
Vestido cocktail Calvin Klein, 55€
Sudadera de vestir Timberland 22€
Rimmel MAC 20€

No pongo lo que cuesta aquí pues todo no lo se, pero os aseguró que es un gran ahorro.

Una parte del grupo se fueron a escuchar misa gospel a Harlem, en mi guía útil os contaré cómo, donde y cuando.

LA NOCHE DE AUTOS

La llamo así porqué fue una noche peculiar, divertida, y de esas que sin querer te acaban sorprendiendo. Habíamos quedado en el metro Nassau para ir a una bolera restaurante, lo primero es que los del Gospel llegaron antes y encontraron un parque con estas vistas:


A las diez tras estar haciendo fotos como locos nos echaron del parque en la calle Kent Avenue. El barrio era como mínimo curioso, naves industrailes, talleres, etc, remodelados y reconvertidos en bares de copas, lo bueno es que allí no molestan con el ruido está claro. Primera parada la bolera restaurante, que además era discoteca y por ende la llevar dos menores de 21 nos tiraron, dimos tumbos hasta llegar a esta pedazo de cerveceria: Dirk the Norseman y alli pinta va pinta viene comenzó la noche. El grupo se fue yendo pues el hambre, el cansancio y el sueño ya les dominaban y los que podíamos aguantábamos la noche.

 Cerramos el bar, sí sí en Nueva York también vamos cerrando bares, y este sería el primero.
El siguiente sería este: Berry Park, aunque no tengan ni idea de tomar copas, el sitio era precioso, una terraza con vistas que quitaba el sentido:

Cerramos el bar también entre risas y más risas, y el final a la altura. En la puerta 6 españoles, al volante del taxi un señor que nos dice que debemos pedir dos taxis, se lo piensa y nos dice que si nos da igual montemos los 6, allá vamos. Cruzar Nueva York apretujado en un taxi también es una experiencia, más si uno va haciendo fotos por la ventanilla y otros van pidiendo que suba la música. Nos pidió algo más que el precio de la carrera, pues tenía lógica, y nos dejó en nuestro hogar.

Good Night Friends!

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